La transformación juvenil de la cultura en la España durante el franquismo


1939, después de la Guerra Civil, comienza en España la dictadura franquista, un largo y oscuro periodo que se prolongaría hasta 1975. 

El régimen de Franco (1939-1975) basaba sus pilares fundamentales en el nacionalismo, el catolicismo, el fascismo y el anti-comunismo. La iglesia católica tuvo un gran peso durante esta etapa, ya que controlaba el sistema educativo y la forma de vida de los ciudadanos estaba basada en el respeto a los principios morales católicos. 

En esa época, la represión tanto moral como intelectual fue sufrida especialmente por la juventud, que vio coartadas sus ansias de libertad y se vio abocada a aceptar una forma de vida basada en los estrictos valores cristianos. Cualquier intento de introducir elementos innovadores y que rompiesen con los principios establecidos, se topaba con el muro de piedra del régimen y la censura.

Los primeros años del franquismo se caracterizaron por la existencia de una juventud conformista, fruto de la formación férrea en valores morales por parte del Estado, que controlaba todo a través de la educación. Existía un miedo palpable a manifestarse tanto pública como privadamente en contra del régimen, además la política y la religión estaban tan íntimamente ligadas, que llevar una vida basada en los preceptos morales de la iglesia era la única opción.

En los años 50, sobre todo en la segunda mitad hubo un resurgimiento de la subcultura juvenil en diversos países europeos, vinculado sobre todo a las universidades, pero este movimiento cuenta en España con escasa participación y no llega a consolidarse. 

La aparición en los años 60 del televisor y el teléfono en España contribuyen a difundir la imagen de un país más moderno. A la par, las nuevas generaciones, abren las puertas a influencias provenientes de países europeos. Un ejemplo de ello fue la visita a España del grupo inglés The Beatles, símbolo de la rebeldía juvenil. Estos eventos culturales cuentan con la desaprobación del régimen e incluso chocan con festivales promocionados por el propio aparato del Estado (como fue el caso del Festival de Música de Benidorm).        

En pocas palabras, podemos decir que empieza un conflicto entre el nacional catolicismo y la denominada “loca juventud”. En las aulas universitarias cada vez hay más movilizaciones para reivindicar una sociedad más abierta y moderna. Incluso en Barcelona, en el año 1965, se crea el Sindicato Democrático de Estudiantes, creada como organización democrática al margen de las estructuras franquistas con el objetivo de crear una universidad más libre y alejada del régimen.  Algunos estudiantes, en señal de protesta, se encierran en monasterios como el de Montserrat (1970), hacen huelgas…

Las élites del régimen empiezan a ponerse nerviosas y como consecuencia, y en un intento por aplacar a los jóvenes, se suceden las condenas por parte del Tribunal del Orden Público. 

A la par, se desencadenaron los actos públicos con Franco como protagonista, incluso fue nombrado Doctor Honoris Causa (título honorífico que se otorga a personajes que han destacado en cierto ámbito profesional) por la universidad de Santiago de Compostela en 1965, en un intento por acercarse a los jóvenes. Todo ello resultó infructuoso porque el régimen ya había perdido el control.

Tras la muerte del dictador en 1975, España pasa por una época de transición a la democracia, en la que la mayor parte de la sociedad parece haber tomado conciencia de la necesidad de modernización del país. Esto provocara que en 1978 se apruebe una nueva Constitución y España empiece a abrirse al exterior y a modernizarse en un camino ya sin retorno.

Jesús Blanco Goldar

Bibliografía

-Crónicas de Juventud: Los jóvenes en España 1940-1985. Instituto de la Juventud (1985). Edición Injuve.

-La revolución de la cultura popular durante el régimen franquista | España después de la Guerra”. DMAX España (https://www.youtube.com/watch?v=2T-45saCLcQ).

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