El empoderamiento de la mujer
Hiparquía (Siglo IV a.C.): “Crees
que he hecho mal en consagrar al estudio el tiempo que, por mi sexo, debería de
haber perdido como tejedora?”.
Unos días atrás y casi en bucle, esta noticia saltaba a la
prensa por el ataque directo al movimiento feminista en el discurso de esa
fuerza política española.
El histórico movimiento feminista, caracterizado por
reaccionar en fases u “olas” (sufragista, reproductiva, salarial…), tiene
raíces que se remontan a la Edad Media, con gran influencia en la Ilustración y,
más organizado y menos castigado, a lo largo de los siglos XX y XXI.
Hace poco se cumplían cien años de la primera mujer que pudo
acceder a la universidad con plenos derechos (1910); anteriormente, Concepción Arenal,
en 1849, habría acudido a la universidad disfrazada de hombre, pues la ley
prohibía a las mujeres acceder a estudios superiores.
Otras hazañas históricas realizadas a lo largo del siglo XIX
y XX —y que no solo cambiaron el sentimiento social del país, sino también la
legislación y que posteriormente mejoraron el desarrollo de las sociedades
modernas—, fueron la igualdad frente al hombre para adquirir propiedades, la
capacidad de trabajar libremente o tener iguales derechos dentro del
matrimonio, ejemplos claros de empoderamiento femenino (cada uno en su época).
Estos avances fueron de especial importancia en países anglosajones e
iberoamericanos, ya que en la década de los 60 y 70 del siglo XX, España vivía
sumergida en una dictadura aún más represiva que las democracias donde estas
luchas tenían lugar.
Leyes como la de Igualdad de Género (España, 2004), la
protección de la mujer embarazada (Estatuto de los trabajadores y todas las
reformas laborales desde 1989), el reparto de responsabilidades en la pareja y
el acceso de la mujer a puestos de alta cualificación han desembocado en
grandes eventos sociales históricos como el producido el 8 de marzo de 2018,
día de la Huelga Mundial Feminista, cuando se pudo demostrar el verdadero
empoderamiento de la mujer conseguido a través de la Historia. Ahora vivimos
una nueva “ola” feminista, caracterizada por defender los derechos ya
adquiridos, la igualdad en la identidad sexual y el principal escollo, de
momento infranqueable históricamente para este movimiento: la fractura salarial
entre hombres y mujeres.
Anabel Pérez 2º Bach
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